lunes, 21 de marzo de 2011

Marea viva y marea humana

El pasado fin de semana (19 y 20 de marzo), debido a la singular posición de la tierra, el sol y la luna llena, se esperaban en nuestras costas unas mareas de coeficientes excepcionales con niveles muy acusados de pleamar y bajamar, llamadas mareas vivas, que durante dos días iban a dejar al descubierto tanto fondos rocosos nunca vistos en la marea baja, como playas que iban a desaparecer con la pleamar.

Desde que la autoridad de Medio Ambiente lanzara la noticia con tanto detalle, la expectación y los comentarios de todo tipo se dispararon en esta ciudad de Cádiz prácticamente rodeada de agua.

El reciente terremoto y posterior tsunami japonés, cuyas imágenes nos tienen tan impresionados, estaba presente entre los ciudadanos más pesimistas.

Del resto, unos prepararon sus avíos de pesca o marisqueo y todos, todos los demás, cargaron baterías de cámaras fotográficas y móviles.


Y llegó el momento.

Amanecía luminoso y radiante el sábado 19 cuando abrí mi ventana y quedé impresionada del espectáculo que vi. Sí, efectivamente, la bajamar dejaba una amplia y bonita zona de playa, aunque yo diría que no mucho mayor de como se ve en algunas otras veces del año, pero la marea que a mí me impactó fue la marea humana que ocupaba la arena y el paseo marítimo.

Cientos de personas hacían fotografías, unas se dirigían al roqueo cercano a la playa de Santa Mª del Mar, y la mayoría caminaba hacia el Campo del Sur en busca de La Caleta. También la caravana de coches era interminable y apenas avanzaba. El espectáculo del gentío que llenaba la playa y el paseo a las 8,30 de la mañana era lo verdaderamente extraordinario.


En los dos días señalados ha habido tiempo de ver desde distintos escenarios las bajamares y las pleamares. Aunque en mi opinión las mareas vivas no hayan sido tan extremas, sí han sido la causa de que Cádiz haya vivido en estas dos bellas jornadas de tanto sol y tanta luz, el bullicio, el colorido, la animación y la alegría de miles y miles de personas en la calle, gran cantidad llegada de fuera, que han llenado no solo las playas, sino los bares, restaurantes, plazas, terrazas... y la ciudad entera.

Coincidiendo este acontecimiento en fecha con el día del padre, de los joses y josefas, pepes y pepitas, y en Cádiz además con los actos de la celebración de "La Pepa", a la que le queda sólo un año para los doscientos, la ciudad ha sido un hervidero de gente disfrutando de las diversas fiestas.

Por las calles del centro se podía ver también a los soldados de la recreación histórica del bicentenario y a las piconeras de 1812 mezclados con las charangas "jartibles" que alargando el carnaval se divertían cantando por última vez sus letras, muchas de ellas hablando ya de las mareas...


En resumen: esas mareas excepcionales e históricas que se esperaban, acompañadas del espléndido sol que lució, han dejado para el recuerdo infinidad de imágenes también excepcionales e históricas de esa otra marea humana de curiosos que invadió las playas de Cádiz en traje de calle.



Imágenes de la Bajamar y de la Pleamar en La Caleta tomadas los días 20 y 19 de marzo de 2011 respectivamente.


















































2 comentarios:

  1. Me resulta curiosísima la vista de La Caleta llena de gente donde siempre vemos rocas, pero todavía me llama más la atención el color maravilloso de esa pleamar y de las barcas. Seguirán las mareas excepcionales y esperemos que tú las sigas inmortalizando para nuestro deleite y recreo.¡Gracias, por el placer que nos das!.

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  2. Gracias a ti, Puri, por tus incondicionales buenas palabras de siempre.
    Aunque no haya mareas tan "excepcionales" por ahora, sí seguiré fotografiando el mar en cualquier ocasión.
    Un abrazo.

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