miércoles, 31 de agosto de 2011

Adiós, Vaporcito, adiós

Imposible hoy en Cádiz abstenerse de comentar en cualquier lugar el hecho sucedido ayer en aguas del muelle de la ciudad. No se habla de otra cosa.

Tras el desembarco en su lugar habitual de los ochenta pasajeros que transportaba en ese que iba a ser su último viaje por la Bahía, nuestro querido y emblemático Vaporcito de El Puerto, emulando tristemente las escenas finales del Titanic, se hundió hasta desaparecer por completo en las aguas del muelle de Cádiz.

Siete minutos bastaron para que la vía de agua que se produjo en el casco al golpearse en la bocana del muelle, se lo tragara por completo.









El hundimiento del "Adriano III", que como sus dos antecesores era conocido por "El Vaporcito" y que llevaba 56 años cruzando la Bahía uniendo Cádiz con El Puerto de Santa María, tiene hoy a estas dos ciudades conmocionadas y apenadas por esta repentina pérdida.

Y es que este típico y pinturero barco formaba parte de la vida de gaditanos y portuenses, en cuyo recuerdo permanecerá como herencia sentimental.
Tenía el honor de haber sido declarado por la Junta de Andalucía "Bien de Interés Cultural" y "Bien Etnográfico", y a pesar de la competencia que le supuso la llegada del catamarán con su línea regular de transporte entre Cádiz y El Puerto, ahí seguía presumiendo coqueto su atractivo como uno de los principales referentes turísticos de la Bahía.

Hoy, día de recuerdos y añoranzas, hemos rememorado en familia aquellos paseos en el Vaporcito que tradicionalmente hacíamos cada verano con toda la gente menuda, aprovechando la estancia en Cádiz de los primos que vivían fuera. Quedaron en ellos recuerdos tan entrañables que ahora que son padres han intentado repetirlos con sus hijos.

El Vaporcito de El Puerto es también el protagonista de uno de los pasodobles más conocidos del autor carnavalesco Paco Alba, que todos los gaditanos saben y cantan. Pocas son las fiestas y reuniones de amigos donde no se entone esta melodía que rinde homenaje al garboso Vaporcito que hasta ayer cruzaba nuestra Bahía.

Fuera y lejos de Cádiz también conocen este pasodoble. Yo misma he participado con mis compañeros de viaje en su difusión, cantándolo en cualquier lugar oportuno de cualquier país. Más asequible que el tradicional "Que viva España" (que por cierto nadie se lo sabe al completo), nuestro "Vaporcito" nos emocionaba más y en la lejanía geográfica nos acercaba directamente a nuestra tierra y a nuestras cosas.



Pasodoble "El Vaporcito" de Paco Alba



Tiene mi tierra un barquito, más típico no lo hay,


más blanco ni más bonito en toíto el muelle de Cádiz.


Mire usted si este barquito tiene una gracia exquisita


que hasta dió su viajecito la célebre Tía Norica.


Los barcos de vela como palomitas cruzan por su vera.


Los grandes mercantes tocan la sirena al verlo pasar.


Y es que este barquito es tan pinturero


que la dan besitos las olas del mar.


Cómo ronea, cómo presume, sobre las aguas plateadas y azules.


Ay, Vaporcito del Puerto cuando en tí me embarco, cuando en tí navego,


se contagian los recuerdos de tus viejos sueños, sueños marineros.


Ay, Vaporcito del Puerto tú eres la alegría, tú eres la alegría


de ese muelle tan hermoso, con ese rumbo garboso con que cruzas la Bahía.

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