Un precioso lugar de Cádiz con amplia zona de esparcimiento es el magnífico paseo marítimo de tres Kms de longitud que bordea la ciudad en su fachada frontal a la bahía gaditana, y que ayer lo recorrí con verdadero embeleso y admiración.
Con las últimas remodelaciones, las barriadas de Puntales, La Paz y Astilleros han quedado enlazadas por este magnífico paseo-balcón de incomparables vistas, cuyo encanto tal vez no ha sido aún descubierto por muchos gaditanos y visitantes, más atraídos por las playas del lado opuesto de la ciudad.
Esa enorme barriada de edificios uniformes -La Paz- fue construída sobre los terrenos rellenados y ganados al mar.
Aunque era yo pequeña, algo recuerdo de los paisajes anteriores a la gran obra.
Con las últimas remodelaciones, las barriadas de Puntales, La Paz y Astilleros han quedado enlazadas por este magnífico paseo-balcón de incomparables vistas, cuyo encanto tal vez no ha sido aún descubierto por muchos gaditanos y visitantes, más atraídos por las playas del lado opuesto de la ciudad.
El paseo peatonal con su paralelo carril bici, dispone de bancos aislados o agrupados para tertulias, de una nutrida hilera de palmeras que lo embellecen y de una incomparable balaustrada al mar.
Desde el Club Náutico "Alcázar" con sus innumerables barcas flotando, hasta el Club Náutico "Viento de Levante" con sus abundantes yates y embarcaciones ancladas, hay también restaurantes y terrazas "con vistas".
Y desde todos los puntos de este paseo los gaditanos vamos contemplando cómo avanzan las obras del que va a ser el mayor puente de España y el más alto de Europa.
Conocido como Puente de "La Pepa", cruzará la Bahía de Cádiz frente a esa hilera recta, uniforme y homogénea de edificios que se alinean en este bonito paseo marítimo.
Esa enorme barriada de edificios uniformes -La Paz- fue construída sobre los terrenos rellenados y ganados al mar.
Aunque era yo pequeña, algo recuerdo de los paisajes anteriores a la gran obra.
Había un terreno de arbolado donde jugábamos, que le llamábamos "El Bosque". Desde allí bajábamos a la playa de San Severiano, que también le decían "Los Corrales". Tenía poca arena y muchas rocas. En una avanzada al mar, estaba la Escuela de Flechas Navales.
Mis hermanos mayores iban a mariscar y me llevaban a mí.
Las sensaciones que mantengo de ese lugar son el fuerte olor que desprendían las abundantes algas marinas y el ruidito que se oía en todas las rocas por los cangrejos y demás animalitos que pululaban por ellas.
Esa playa estaría situada al borde de lo que hoy es la carretera industrial o Avenida Lacave. (¡!)