Me hubiera gustado saber pintar, o modelar, o tocar algún instrumento musical, o escribir, o dibujar... pero no fui tocada con la varita mágica que concede esos dones.
Admiro profundamente y siento envidia de aquellos que con cierta facilidad saben plasmar sus ideas y expresar sus sentimientos a través de algunas de las Bellas Artes, creando obras de calidad para el placer de los sentidos.
Hasta que el ordenador entró en mi vida y acaparó todas mis voluntades, la lectura y las manualidades, en su amplio abanico de posibilidades, llenaron ese espacio de tiempo que nos pertenece por derecho, una vez cumplidas las obligaciones que la profesión y la familia imponen.
Me concentré entonces por entero en mi tarea profesional docente en la que, de forma quizás demasiado anónima, hice multitud de trabajos y recopilaciones que ocuparon muchas horas de mi vida. Puedo asegurar que muy pocos minutos de mis días quedaban vacíos.
Hoy es el ordenador el que me absorbe con todo el universo que Internet pone a nuestro alcance. Pierdo las horas al introducirme en esas páginas de arte, recorriendo museos o leyendo sobre literatura y opiniones de actualidad.
También me empleo en conocer el manejo y la técnica de los diferentes programas. Y ya puedo asegurar que por el resto de mi vida estaré atrapada por el ordenador.
Hoy he encontrado una página de postales electrónicas de la artista inglesa Jackie Lawson que recomiendo a todos por el encanto y la imaginación que pone en sus obras, a la vez qué me pregunto cómo puede hacerlas.
El enlace que pongo es de la versión traducida, pero no hay que saber mucho inglés para hacer clic en cualquier figura y que todo se ponga en movimiento.
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